Cada vez que tomamos una decisión, esta no solo afecta nuestras vidas, también
las de quienes están a nuestro alrededor en mayor o menor medida, en el caso
particular de la decisión de emigrar la situación se complica cuando se tienen
hijos.
Lo traigo al tema porque mientras yo estoy convencido de emigrar, mi esposa
no se lo toma muy en serio, por lo que estoy buscando la estrategia para
mostrar los beneficios. Básicamente ella tiene dos graves problemas. No
le gusta el Ingles, por lo tanto tiene poco interés y disposición para
aprenderlo y segundo a pesar de que las cosas han estado muy complicadas por
aquello de la quiebra de la que fuimos protagonistas, existe esa zona de
confort generada por la familia (aun cuando no se les vea ni visite a menudo) y
el conocer la ciudad para moverse, saber sus costos, sus defectos y bondades.
Entiendo sus motivos y en alguna medida comparto aquello de la zona de
confort, al fin y al cabo es inevitable, (mi ciudad es lo único que conozco,
pero ya sabemos que la incertidumbre se vive en cualquier parte), el mundo está
lleno de circunstancias fuera de nuestro control y si no tomamos las riendas de
nuestro destino, no importa donde estemos, sencillamente fracasaremos. Aquí es
donde tengo un predicamento, donde quedan los hijos en esta situación, si somos
nosotros quienes debemos guiar sus destinos para su bien? Sera que tenemos que
someterlos a una división de opiniones y en extremos de vidas?
He llegado a la conclusión de que estemos donde estemos, si esfuerzo y
trabajo organizado, duro concienzudo, no llegaremos a tener nada de lo que
valga la pena, (si, descubrí que el agua moja) y no hablamos solo del dinero,
sino de las relaciones, con nuestras familias y amigos, acaso alguien hizo su
mejor amigo en una conversación de 10 minutos?, o estableció una firme y
amorosa relación después de solo un beso? Se convirtió en el mejor de los
padres a los dos minutos de nacer su hijo?
Creo que con estos ejemplos queda claro a que me refiero y supongo que el
tema da para profundizar muchísimo más pero para no alejarnos del tema, la conclusión
es que aquí o allá hay que trabajar y hacer las cosas bien.
Necesito un plan, un plan que me permita tomar las decisiones más adecuadas
para mi futuro, ya sea partir solo o acompañado, si me voy o me quedo que todo
sea para bien, o por lo menos para no seguir igual (de mal), les hable de la
dificultad de quebrar y luego querer levantarse, pero la frase bandera debe ser
“nunca nos rendiremos”
Solo te puedo hablar de lo que he visto, si emigras y los dos no están convencidos y tirando para el mismo lado la experiencia puede ser desastrosa. Saludos.
ResponderEliminarGracias, eso si lo tengo claro, asi que cualquier recomendación siempre es bienvenida. un abrazo.
ResponderEliminarOscar, que situacion tan dificil, yo prefiero no darte mi opinion pues eso me haria entrar en un terreno en el que no debo, solo te dire que mi esposa tambien odiaba el ingles y no tenia la menor intencion de emigrar, solo lo hizo porque yo no le deje otra opcion (cosa que he hecho una sola vez en nuestros 45 años de casados); hoy no solo que adora a Australia, habla muy buen ingles y no quiere visitar Argentina ni como turista, segun ella venir a este pais es lo mejor que pudimos haber hecho (!?).
ResponderEliminarUn abrazo y mucha suerte.
Manolito es la excepción que confirma la regala... jejejee
ResponderEliminarNo Andres, creeme que coincido con tu comentario 100%; lo que pasa es que yo debi resignar mi primer oportunidad de emigrar - cuando practicamente ya tenia las visas - a la edad de 33 años pues mi esposa (por diversas razones) prefirio echarse atras a ultimo momento, eso fue tremendo para mi pero debi vivir con ello por otros 7 años. Cuando tenia 40 pirulos se me dio otra oportunidad muy buena - y yo sabia que era la ultima - asi que alli no hubo "democracia", era si o SI. Hoy estamos todos muy felices de esa desicion, solo que alguien debia tomarla en ese momento. Una vez aca, los dos "la peleamos" espalda contra espalda y hoy nos felicitamos del paso dado.
ResponderEliminary yo criticando las dictaduras, ese es el camino, jeje, que detallazo Manolito.
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